jueves, 18 de julio de 2013

Aikido

El Aikido es un arte marcial japonés creado por el maestro Morihei Ueshiba, tras años de estudio de diversas artes marciales.

  Resulta difícil dar una explicación sobre lo que es el Aikido pero se puede decir, básicamente, que pretende armonizar una agresión o situación de conflicto, uniéndose a ella, sin poner oposición. Para ello se debería buscar unificar la mente, el cuerpo y el espíritu.
  
  El Aikido representa un inmenso sistema, en el que el aspecto de arte marcial juega un papel esencial. A través de sus movimientos y técnicas se va desarrollando un trabajo que derivará, con el paso de los años y con una correcta práctica, en un dominio de la situación frente a un episodio de violencia. Esto permite una mayor facilidad en la iniciación a la práctica del Aikido pero se debe comprender, exactamente, el significado de arte marcial en sus orígenes. Es comúnmente aceptado en Occidente como el arte de pelear cuando, realmente, significa el arte de no necesitar pelear. En el Aikido no hay competición, no tiene como finalidad el combate sino por el contrario, siempre que sea posible, el no combatir. Se debería profundizar en la experiencia interior del Aikido, buscando el fondo espiritual de este arte que no es, ni mucho menos, un mero sistema de técnicas o movimientos. Se busca el crecimiento y enriquecimiento personal, moral y espiritual bajo el principio de valoración mutua y no de la afirmación de uno en detrimento del otro. Con esta actitud sobre el tatami se desarrollan cualidades tales como la sensibilidad, el equilibrio, la flexibilidad, la objetividad, la firmeza del centro y la potencia del ki o energía vital, mejorando la autoestima e influyendo en la vida cotidiana, en las relaciones con las personas y con los acontecimientos.

Por muy fuerte que se sea, siempre habrá alguien más fuerte o pasarán los años y la fuerza física se irá con ellos, es por ello que se debería buscar la firmeza interior que no depende de la fuerza física, los años o el sexo. Es por tanto apto para mujeres y para hombres, por igual.

  Un detalle a reseñar es que el Aikido, a diferencia de otras materias, no se puede "enseñar" pero sí se puede mostrar o transmitir, en el sentido de hacer sentir. El conocimiento nace en el interior de uno mismo, a través de la propia experiencia.

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